No dejes nunca de soñar porque tan solo en sueños el hombre puede ser libre.

viernes, 31 de diciembre de 2010

2011

Llevo tiempo sin actualizar por aquí y si lo hago hoy es para deciros que feliz año nuevo. Un año más se acaba y esperemos que el siguiente sea aún mucho mejor ^^.

PD: No os atragantéis con las uvas :P

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Timidez.

Buenas, buenas, buenas. Traigo algo calentito que últimamente hace mucho frío :P.

"Era un día normal y corriente, al menos para mí. Iba paseando por plena Puerta del Sol, distraída, viendo algunas cosas a través del móvil y con una bolsa llena de libros colgando del brazo. Hacía mucho frío y tenía las manos heladas pero yo seguía tecleando con el móvil sin mirar a ningún otro lado, a pesar de que el lugar estaba atestado de gente y ni levantaba la vista del aparato. Al momento me choqué con alguien. Lo raro es que no lo hubiera hecho antes, pensé. Al chocar con dicha persona, el móvil salió disparado y la bolsa de libros se desparramó por el suelo.
Inmediatamente me puse a recoger los libros para guardarlos en la bolsa y la persona con la que choqué me ayudó. Y.. menuda persona. Le veía de reojo y vi que era moreno, con algo de barbita, algo musculado pero no en exceso y no paraba de pedirme perdón. Le dije que no tenía que disculparse, que la culpable era yo, pero él seguía pidiéndome perdón. Además, aprecié que no me miraba a los ojos, rehuía mi mirada y a la vez se sonrojaba. Era muy tímido. Así que le invité a tomar un café para disculparme del accidente y así poder descubrir algo más de él. Estuvimos toda la tarde hablando pero aun así el chico seguía bastante tímido conmigo. Y yo no iba a dejar pasar la situación tan fácilmente con lo que le invité a volver a quedar al día siguiente. De camino a casa, se me ocurrió una idea de como poder quitarle la timidez, al menos conmigo, así que ideé un plan. Al día siguiente, antes de encontrarme con él, reservé una habitación en un hotel y compré algunas cosas. Más tarde quedamos y dimos un paseo hasta llegar al hotel. Él estaba algo mosqueado pero confiaba más o menos en mí. Ya en la habitación nos instalamos y cerré la puerta con llave. Él se sentó en el borde de la cama y aproveché ese momento para empujarle hacia ella. Como estaba asustado, y además le pillé desprevenido, estaba más débil que yo, con lo que me fue fácil esposarle al cabecero de la cama con las esposas que había comprado anteriormente. Él flipaba en colores pero yo lo estaba pasando de maravilla. Entonces en ese momento si que se sonrojó, no sé si fue por lo sucedido o porque yo estaba encima de él. Pero aun así seguía rehuyendo mi mirada, así que para atraerla, empecé a quitarle la camiseta. Y menudo panorama, le tenía tumbado en la cama, esposado y desnudo de cintura para arriba para mi solita. Ah, y yo seguía encima. ¡Pero él seguía sin mirarme y cada vez se ponía más rojo! Y yo no aguantaba eso, así que enfurecida, le cogí la cara con ambas manos, rozando mis manos con su barba, y empecé a besarle más y más fuerte cada vez. Estuvimos cerca de diez minutos besándonos apasionadamente, y cuando digo "estuvimos", me refiero a que él también me besaba con mucha pasión, sin ningún resto de timidez hacia mí. Al finalizar, él me miraba con aquellos preciosos ojos, ojos que querían rehuirme pero que al final no lo hicieron."

domingo, 5 de diciembre de 2010

La ola gigante.

Buenas, aquí de vuelta con otro sueño, en este caso pesadilla. Y no es la primera vez que sueño con olas gigantes... pero bueno, que aquí os lo escribo:

"Era un día de verano, y como tal, mi familia y yo nos íbamos de vacaciones a la playa. Este año fuimos a un destino distinto por lo que no conocíamos el lugar en profundidad. Y hablando del lugar, era un sitio bastante extraño. Tenía una playa parecida a una piscina. Era una playa casi cerrada y la conexión con el mar era mínima. Tenía plataformas y un trampolín. Ah y se me olvidó mencionarlo, la playa era rectangular. Así que nada más llegar, decidimos bajar a la playa para darnos un buen baño. Nos posicionamos en la parte oeste de la playa/piscina para tener buenas vistas tanto de la playa como de la gente. Al momento se nos acercó la socorrista alertándonos de que habían recibido un aviso de tsunami y que nos alejáramos de allí, que era zona peligrosa. Pero al parecer, nadie de la playa la hizo ningún caso y nosotros no íbamos a ser menos. Pero yo no podía, yo ya no estaba tranquila y más sabiendo que tengo pesadillas con los tsunamis. Salí de la playa, medio corriendo, y seguía viendo a la gente tan tranquila incluso sabiendo lo de la alerta. Así que decidí actuar por mi cuenta y empecé a avisar a todos. Me subí a la plataforma de color verde y empecé a gritar que habría una ola gigante en cuestión de segundos. Al momento, a lo lejos, se empezaba a formar la ola, que ya debía de medir dos metros. Pero la gente seguía relajada y yo en cambio atacada de pánico. La gente seguía sin reaccionar y la ola seguía consiguiendo altura. Cuando llegó a los diez metros parece ser que la gente por fin empezó a reaccionar, incluso mi propia familia, que estaba embobada. La ola se estaba formando en la parte oeste de la playa, justo donde estábamos nosotros y a medida que la ola se iba formando, por el este se iba quedando la playa/piscina sin agua. Incluso se veía la tapa del desagüe. Bajé de la plataforma corriendo y llegué a la parte este de la playa. Dos chicas rubias más me imitaron y bajaron a ayudarme. Había que intentar abrir la tapa del desagüe para que se fuera todo el agua y así disminuir la altura de la ola. Una de ellas se metió dentro y abrió la tapa, pero el agua estaba muy al oeste formando la altura con lo que la playa no se vaciaba. La segunda chica dijo que había que meter una especie de líquido rosa, para que finalmente el agua llegara al desagüe. Y así lo hicimos, empezamos a echar litros de líquido rosa y el agua se iba yendo por el sumidero. Aliviados por el hecho, decidimos abandonar dicha playa. Aun así, parte de la ola chocó con la plataforma e inundó lo que quedaba de playa. Al menos no sucedió nada trágico."