No dejes nunca de soñar porque tan solo en sueños el hombre puede ser libre.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La ola gigante.

Buenas, aquí de vuelta con otro sueño, en este caso pesadilla. Y no es la primera vez que sueño con olas gigantes... pero bueno, que aquí os lo escribo:

"Era un día de verano, y como tal, mi familia y yo nos íbamos de vacaciones a la playa. Este año fuimos a un destino distinto por lo que no conocíamos el lugar en profundidad. Y hablando del lugar, era un sitio bastante extraño. Tenía una playa parecida a una piscina. Era una playa casi cerrada y la conexión con el mar era mínima. Tenía plataformas y un trampolín. Ah y se me olvidó mencionarlo, la playa era rectangular. Así que nada más llegar, decidimos bajar a la playa para darnos un buen baño. Nos posicionamos en la parte oeste de la playa/piscina para tener buenas vistas tanto de la playa como de la gente. Al momento se nos acercó la socorrista alertándonos de que habían recibido un aviso de tsunami y que nos alejáramos de allí, que era zona peligrosa. Pero al parecer, nadie de la playa la hizo ningún caso y nosotros no íbamos a ser menos. Pero yo no podía, yo ya no estaba tranquila y más sabiendo que tengo pesadillas con los tsunamis. Salí de la playa, medio corriendo, y seguía viendo a la gente tan tranquila incluso sabiendo lo de la alerta. Así que decidí actuar por mi cuenta y empecé a avisar a todos. Me subí a la plataforma de color verde y empecé a gritar que habría una ola gigante en cuestión de segundos. Al momento, a lo lejos, se empezaba a formar la ola, que ya debía de medir dos metros. Pero la gente seguía relajada y yo en cambio atacada de pánico. La gente seguía sin reaccionar y la ola seguía consiguiendo altura. Cuando llegó a los diez metros parece ser que la gente por fin empezó a reaccionar, incluso mi propia familia, que estaba embobada. La ola se estaba formando en la parte oeste de la playa, justo donde estábamos nosotros y a medida que la ola se iba formando, por el este se iba quedando la playa/piscina sin agua. Incluso se veía la tapa del desagüe. Bajé de la plataforma corriendo y llegué a la parte este de la playa. Dos chicas rubias más me imitaron y bajaron a ayudarme. Había que intentar abrir la tapa del desagüe para que se fuera todo el agua y así disminuir la altura de la ola. Una de ellas se metió dentro y abrió la tapa, pero el agua estaba muy al oeste formando la altura con lo que la playa no se vaciaba. La segunda chica dijo que había que meter una especie de líquido rosa, para que finalmente el agua llegara al desagüe. Y así lo hicimos, empezamos a echar litros de líquido rosa y el agua se iba yendo por el sumidero. Aliviados por el hecho, decidimos abandonar dicha playa. Aun así, parte de la ola chocó con la plataforma e inundó lo que quedaba de playa. Al menos no sucedió nada trágico."

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