"Era una mañana de sábado, una mañana en la que el tiempo no era muy agradable. Unos amigos y yo quedamos para ir a desayunar y fuimos a uno de los bares más cercanos. Uno de los chicos era nuevo, así que no le conocía. Era bajito, aunque bastante guapo. Además era moreno y tenía barbita (mi tipo de chico favorito) y unos extraños ojos verdes. Al presentarme no me dijo su nombre y tampoco le pregunté, así que le llamé el chico del jersey marrón. El chico del jersey marrón tenía hambre así que se fue a la barra del bar a pedir churros y porras. La camarera le dijo que solo quedaba una porra, pero que la habían hecho a las 8 de la mañana, y eran las 12 pasadas así que estaría dura. El chico dijo que le daba igual y al final se pilló la porra, que encima medía medio metro. Empezó a morder la porra, que estaba muy dura pero aun así seguía mordiéndola. Mientras tanto, afuera empezó a nevar, y este chico no paraba de quejarse de que su sudadera marrón le estaba pequeña (se le veía el ombligo) pero aun así, él seguía mordiendo la porra. Incluso empezó a chuparla para que se reblandeciera y ahí seguía todo entretenido. Pasado dos horas, solo le quedaban cinco centímetros por comerse. Cinco centímetros de porra que incluso empezaba a derretirse la masa por dentro pero él seguía chupando/mordiendo. Al terminar, eructó y se fue tan campante a la calle, con su sudadera pequeña, sin quejarse del frío. Resulta que la porra le había calentado y decía que no pasaba nada y que ya no tenía nada de frío. La verdad es que era un chico la mar de raro."
O.O Dios xDDDDD
ResponderEliminarY tan raro O_______O
ResponderEliminarJaja :D
Uyuyuyyyyy! ¡Esos sueños porno, señorita! XDDDDD
ResponderEliminar¿Sueño porno? Queee vaaaaaaa :P
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